El enviado especial de la ONU para la extrema pobreza y los derechos humanos, Olivier De Schutter, ha advertido que los esfuerzos de paz en Colombia no prosperarán mientras la sociedad esté dividida en estratos sociales y económicos, similar al sistema de castas indio.
En Colombia, el gobierno clasifica a los hogares en seis estratos económicos, y los residentes de las zonas más ricas subsidian a los de las comunidades más pobres mediante facturas de servicios públicos más altas. Aunque el objetivo de este sistema es noble, el resultado es la perpetuación de la segregación social y la pobreza.
Pero Schutter señaló que esta división hace que sea más fácil para los ciudadanos mantenerse desconectados entre sí y permite a los más ricos ignorar la pobreza existente. Esta desconexión afecta negativamente a los niños de familias de bajos ingresos, que no tienen las oportunidades necesarias para desarrollar sus habilidades y se convierten en blanco de reclutamiento por parte de grupos armados ilegales.
El ponente comparó esta situación con el sistema de castas, señalando que si bien no tiene un origen religioso en Colombia, tiene el mismo efecto destructivo socialmente.
El gobierno de Colombia no ha hecho comentarios mientras los funcionarios se concentran en poner fin a un bloqueo de carreteras por parte de camioneros que protestaban por el aumento de los precios del diésel.
Según el DANE, el 33% de la población colombiana, aproximadamente 50 millones de personas, vivía el año pasado en pobreza financiera y el 11,4% en pobreza extrema, lo que si bien es ligeramente menor que en años anteriores, no deja de ser alarmante.
A pesar de las iniciativas del presidente Gustavo Petro, como el aumento del salario mínimo y la reforma de las pensiones, De Schutter señala que la movilidad social no ha mejorado. Sus declaraciones se produjeron luego de un viaje de 10 días a Colombia, donde visitó varias regiones, entre ellas Cali y Ciudad Bolívar en Bogotá.
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