Los miembros de los servicios de rescate buscan a supervivientes entre los escombros de los edificios derrumbados
Los trabajadores de los equipos de rescate continúan este domingo la búsqueda de supervivientes entre los escombros de los edificios derrumbados por el terremoto más mortífero en seis décadas que ha sufrido Marruecos. En total, según el último balance del Ministerio del Interior del país, más de 2.000 personas han muerto en un desastre que ha afectado sobremanera a los pueblos situados en las montañas a las afueras de la turística ciudad de Marraquech. En concreto, el seísmo golpeó el viernes con dureza una zona de la cordillera del Atlas. El epicentro se localizó en la aldea de Iguil —a 63 kilómetros al suroeste de Marraquech—, en la provincia de Al Hauz.
La mayor parte de los afectados —miles y miles de personas— han dormido al raso esta pasada noche. Los trabajadores de los servicios de emergencias se enfrentan al reto de llegar a las zonas más afectadas en las montañas del Atlas, una cordilla donde hay localidades con un difícil acceso y donde muchas casas se derrumbaron por el seísmo de magnitud 6,8. Los heridos son al menos 2.059, de los cuales 1.404 están en estado grave.
Marruecos ha declarado tres días de luto y el rey Mohamed VI, que estaba de vacaciones en Francia, convocó a la población a rezar por los muertos en las mezquitas de todo el país este domingo.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), hay más de 300.000 personas afectadas por el terremoto en el país africano. “Las próximas 24 horas van a ser críticas para poder salvar vidas”, ha dicho en un comunicado Caroline Holt, directora global de operaciones de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. Holt, que ha destacado la importancia de proporcionar agua potable, ha dicho que la prioridad son los trabajos de búsqueda y rescate y atender a los supervivientes. (Reuters)