Los Mavericks de Dallas se han quedado este miércoles con el primer partido de la final del Oeste. El equipo de Jason Kidd ha mostrado autoridad en el último cuarto del juego disputado en el estadio de los Minnesota Timberwolves. El triunfo de los visitantes (108-105), el quinto en la postemporada, recayó en sus dos grandes figuras, Luka Doncic y Kyrie Irving, dos veteranas figuras de los playoffs y quienes hoy sumaron 63 puntos. El esloveno, sangrando de la rodilla izquierda, tuvo un cierre épico con 15 de sus 33 puntos y dos robos en el último cuarto, entre estos dos triples decisivos. Minnesota, en cambio, vio frustrada su posibilidad de arrancar la serie haciendo pesar su condición de local. Esto a pesar de 24 puntos de Jaden McDaniels y 19 de Anthony Edwards, la estrella de los Timberwolves.
El triunfo de Dallas aguó la fiesta de Minnesota, quien busca escribir una nueva historia. El equipo, uno de los diez que aún no saben qué es ganar un título en la NBA, ha encargado la tarea a una brillante generación de jugadores comandada por Karl-Anthony Townes, Edwards y Rudy Gobert, el jugador defensivo del año. Estos han llevado al equipo a su primera final de conferencia desde 2004.
Kyrie Irving afirmó al inicio del partido que Dallas buscaba aprovechar el desgaste físico de Minnesota, quien venía de disputar un intenso partido número siete hace apenas tres días. Los Timberwolves, sin embargo, no mostraron señal de cansancio. Sí dejaron ver, en cambio, su apetito por conquistar en casa el primer partido de la serie. Su determinación quedó probada desde el domingo, cuando se pusieron a entrenar en los vestidores de los Nuggets minutos después de eliminarlos.
Fue quizá esta motivación la que los llevó a subestimar a un jugador como Doncic. El esloveno jugó a medio gas buena parte del juego. En la primera mitad había convertido solo 6 de 14 tiros, entre estos solo un triple de seis intentos. Con solo 14 puntos en los dos primeros cuartos, la responsabilidad del equipo recayó sobre Irving, quien anotó 24 puntos en 20 minutos de juego. Kyrie, quien ya ganó un anillo con Cleveland en 2016, solo anotó seis puntos en la segunda mitad, que fue completamente para Doncic.
El resto de Dallas reconoció que Irving era el único que estaba enganchado al juego en el arranque. Daniel Gafford, a pesar de estar abierto, prefería buscarlo y que fuera el jugador de 32 años quien penetrara a la pintura para marcar. Gafford, el pívot, tuvo apenas un disparo en la primera mitad. Lo mismo ocurrió con Derrick Jones, quien había encestado en los últimos tres partidos al menos dobles dígitos y esta noche tardó en carburar y se quedó solo con 8 puntos en toda la noche. Dereck Lively II, en cambio, fue el activo más valioso que vino desde la banca. Encestó 4-4, entre ellos un poderoso mate sobre Gobert, tras un tiro fallado por Doncic.
Al europeo le valió una racha para poner arriba a su equipo por primera vez en el tercer cuarto. Para el último periodo, ya comandaba una cómoda ventaja de nueve puntos. Esta fue recortada gracias a Anthony Edwards, quien encestó dos triples a pesar de que se le vio poco concentrado durante la segunda mitad. A la remontada también colaboró Townes con un largo triple que puso de nueva cuenta a los locales arriba en el marcador.
Solo habían pasado 72 horas desde el triunfo de Minnesota del domingo. Este miércoles aún estaba fresco el estilo que ha hecho llegar al tercero del Oeste a la final de conferencia. Los Timberwolves mostraron ritmo y tener muchas opciones cada vez que sus jugadores tienen el balón. Su estrella, Anthony Edward, continuó el rol del fin de semana y movió el balón entre sus compañeros. Tuvo once rebotes y 8 asistencias. jaden McDaniels fue el máximo anotador del equipo con 24 puntos, 19 de ellos en los primeros dos cuartos, empatando el récord de su carrera. Y Naz Reid, al igual que el domingo, sigue probando por qué es el sexto hombre de la liga, con 15 puntos en 24 minutos de juego.
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