Miles de personas en autobuses, camiones y vehículos privados han abandonado Nagorno Karabaj en dirección a Armenia y miles más esperan hacerlo en los próximos días. El Gobierno de Armenia ha anunciado este martes que con ya 13.350 las personas que han cruzado la frontera. El enclave —de mayoría armenia, pero en territorio internacionalmente reconocido como parte de Azerbaiyán— contaba con 120.000 habitantes antes de que, la semana pasada, las Fuerzas Armadas azerbaiyanas lanzasen su última ofensiva con el objetivo de recuperar el control total de la región, que desde Bakú califican como “separatista”.
“Para las 08.00 hora local [dos horas menos en la España peninsular] del 26 septiembre, 13.350 personas desplazadas han llegado a Armenia desde Nagorno Karabaj”, ha señalado el Gabinete de Ministros armenio en un comunicado publicado en su páginas web. “El flujo de desplazados internos continuó durante la noche. Se está trabajando en establecer sus necesidades y darles alojamiento”, afirmó este lunes el Consejo Nacional de Armenia. Los refugiados que llegan a la República de Armenia están siendo identificados y, en caso de que no cuenten con una dirección de familiares o amigos a la que dirigirse, se los realoja en localidades cercanas a la frontera.
Varias imágenes publicadas en las redes sociales muestran largas filas de vehículos privados ocupando la carretera que se dirige desde Nagorno Karabaj a Armenia. “La gente intenta desesperadamente encontrar gasolina, mientras otros esperan al autobús para marcharse”, publicó Siranush Sargsián, periodista residente en Stepanakert (la capital del enclave) en su cuenta de X (antes Twitter).
En la tarde del lunes se produjo un grave incidente en el centro de distribución de combustible de Stepanakert al estallar un tanque de gasolina, causando la muerte de al menos 20 personas que se habían acercado a por combustible para llenar los depósitos de sus vehículos y poder partir. Se desconoce el motivo de la explosión. La escasez de combustible debido al bloqueo azerbaiyano del enclave ha obligado a racionarlo durante meses y de ahí que en el momento de la explosión cientos de personas se hallasen haciendo cola.
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Los heridos fueron enviados al Hospital Republicano y al Hospital Infantil de Stepanakert para su tratamiento, y varias cuentas de residentes en el enclave publicaron vídeos y fotografías de cientos de personas esperando ante los centros médicos. El gran número de heridos y la falta de personal médico y de medicinas debido al bloqueo hace que no todos puedan ser atendidos. “Para salvar vidas es urgente que se les evacúe por aire”, publicó la oficina del Defensor del Pueblo.
Las autoridades de la llamada República de Artsaj, como denominan los armenios a Nagorno Karabaj, han pedido a la población que no entre en pánico y que no se apresure a marcharse, ya que la huida está provocando embotellamientos e impidiendo la llegada de convoyes humanitarios y la evacuación de los heridos. Desde la guerra de 2020, esta carretera —el llamado corredor de Lachin— es la única vía que comunica el Karabaj con Armenia. El presidente de la autoproclamada república, Samvel Shahramanián, aseguró a sus conciudadanos que todo aquel que quiera marcharse del enclave podrá hacerlo, pero pidió priorizar la evacuación de aquellas personas que han perdido sus hogares al tener que escapar de los pueblos afectados por los combates y el avance de las tropas azerbaiyanas.
Este lunes, el general retirado Vitali Balasanián, antiguo jefe del Consejo Nacional de Seguridad, exdiputado y candidato presidencial en las últimas elecciones del enclave, aseguró en declaraciones al canal armenio 24news que permanecerá en Nagorno Karabaj, pues es el lugar donde ha vivido siempre. Se trata del primer líder político que expresa abiertamente su voluntad de quedarse tras la rendición de las fuerzas armenias y el anuncio de que el enclave será “reintegrado” a la estructura administrativa de Azerbaiyán sin ningún estatus especial.
Mientras, los karabajíes continúan enterrando a sus muertos. Pese a que no se ha hecho una actualización oficial del número de víctimas armenias de la reciente ofensiva azerbaiyana más allá de las 200 dadas el miércoles, el Ministerio de Interior del enclave publicó este lunes que, durante el sábado y el domingo, se recuperaron otros 102 cadáveres —cuatro de ellos de civiles— en varias aldeas.
Además, representantes karabajíes y del Gobierno azerbaiyano se reunieron por segunda vez desde el jueves, aunque informaciones no oficiales aseguran que se produjo otro encuentro informal durante el fin de semana. Los negociadores acordaron establecer grupos de trabajo para centrarse en diferentes problemas y aliviar la situación humanitaria.
Reunión de Erdogan y Aliyev
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, visitó este lunes a su homólogo azerbaiyano, Ilham Aliyev, en el exclave de Najicheván, una región de Azerbaiyán separada del resto del territorio y encajonada entre Armenia y Turquía. El objeto de la visita era el inicio de las obras de un gasoducto que comunicará Najicheván y Turquía, pero también fue un acto de apoyo del presidente turco, aliado clave de Azerbaiyán en sus últimas victorias militares, que el propio Erdogan describió como “una fuente de orgullo”.
El líder azerbaiyano aprovechó para lanzar un mensaje a Armenia, acusando a la antigua Unión Soviética de arrebatar el territorio de Zangezur Occidental (la provincia armenia de Syunik) a Azerbaiyán “y así cortar los lazos geográficos entre Najicheván y el resto” del país. A través de este territorio está planeado establecer el llamado corredor de Zangezur que atravesaría suelo armenio, una de las condiciones del alto el fuego de 2020, y que serviría, además de para unir ambos territorios azerbaiyanos, para abaratar los costes de transporte de las mercancías turcas hacia el Cáucaso y Asia Central. “La construcción del ferrocarril entre Azerbaiyán, Najicheván y Turquía progresa exitosamente. Probablemente, los trabajos en territorio de Azerbaiyán culminarán a finales del año que viene”, aseguró Aliyev.
En principio, ese corredor debería quedar bajo supervisión rusa, pero tras la pasividad mostrada por Moscú a la hora de defender a los armenios pese a ser aliados estratégicos, el ministro de Exteriores de Armenia, Ararat Mirzoyán, consideró que es “inadmisible” que estas vías no estén bajo control de Ereván. De hecho, resulta una cuestión complicada para el actual Gobierno de Nikol Pashinián, cercado por las protestas de la oposición, que lo acusan de traidor y de no defender la soberanía armenia. Más de 80 personas han sido detenidas en las protestas de la última semana y este lunes otras ocho personas de una organización denominada Cruzados de la Guerra y la Patria, incluido un antiguo alcalde de Ereván, fueron detenidos bajo la acusación de planear un golpe de Estado y el asesinato del primer ministro.
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