Iniciar un negocio es un viaje emocional, y Daniela Lince Ledesma entendió que la pasión y satisfacción de la creación es fundamental, junto con el sacrificio y la perseverancia. Con estas herramientas lanzó en 2016 Amor-Acuya, un helado de chocolate y maracuyá que ganó el Gelato World Tour, una competencia que reúne a los mejores heladeros del mundo para seleccionar los mejores sabores.
Daniela, una paisa de 30 años, pasó más de dos semanas experimentando combinaciones de sabores y texturas hasta encontrar la perfecta, aprovechando los diversos recursos que Colombia tiene para ofrecer. Sin embargo, mucho antes de enamorarse del helado, él y sus padres vivían una filosofía empresarial basada en la alegría de la creación además de la economía.
«Mi padre tenía varios negocios», dice Daniela. “Siempre se centró en todo lo que creaba: las salsas, los ingredientes, las preparaciones. Para él era importante que todo saliera de sus propias manos y con amor, el cual me entregó desde pequeña.»
Desde pequeña Daniela acompañó a sus padres en sus negocios, especialmente en el sector de alimentos. Así desarrolló su afición por los helados, aunque al principio no lo consideró su única carrera. Sin embargo, la vida le trajo un dulce destino. Estudió ingeniería en alimentos en la Corporación Universitaria Lasallista y encontró en los helados su verdadera pasión: la creación.
El reconocimiento internacional de Amor-Acuyá no fue casualidad. La heladería ha recibido numerosos premios, entre ellos el de mejor helado de América en 2016 y el de tercer mejor helado del mundo en 2017. Durante su cuarto semestre de ingeniería surgió la oportunidad de estudiar en Italia y convertirse en profesor Carpigiana. Una de las mejores heladeras del país.
En 2016, Daniela escuchó por primera vez sobre el Gelato World Tour. Sus compañeros le sugirieron involucrarse y encontrar algo único en Colombia. A pesar del poco tiempo, pasó semanas experimentando con sabores, incluso viajó a Guatapé para probar el chocolate con un experto local. Su familia creó sus creaciones hasta encontrar la combinación perfecta de maracuyá y chocolate, a la que su amigo David Sierra llamó Amor-Acuya.
Con alrededor de 60 participantes del Gelato World Tour, Amor-Acuyá llegó a los 16 finalistas y obtuvo el primer lugar después de servir más de 78.000 copas y mini conos. Este resultado convirtió a Amor-Acuya en una cadena de heladerías y un nuevo negocio en la historia empresarial de la familia Lince Ledesma.
En 2016, Daniela decidió crear su propia marca, Amor-Acuya, con la idea de tener un laboratorio donde se crean los sabores en el mismo lugar de la tienda. Este concepto permitió la creación continua de nuevas oportunidades, manteniendo la frescura y la innovación.
En junio de este año, Amor-Acuya fue reconocida como una de las mejores heladerías artesanales del mundo en el Gelato Festival World Ranking, ocupando el puesto 48 entre más de 1.000 críticos.
Con sucursales en Medellín y una marca hermana en Miami, Amor-Acuyá emplea a 75 personas. Daniela se siente orgullosa de su proceso y del reconocimiento que ha recibido, enfatizando la importancia de la pasión en el emprendimiento.
«No os desaniméis», aconseja Daniela. «Emprender no es un proceso lineal, hay que confiar en el proceso y crear con pasión, no sólo por dinero. Un negocio exitoso necesita una cabeza, y debería ser esa cabeza”.
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