Las trabas israelíes a la entrega por tierra de ayuda humanitaria a una Gaza hambrienta y las limitaciones que implica lanzarla desde el aire ―como hacen varios países, el último de ellos, Estados Unidos― están impulsando una tercera vía: un corredor humanitario a través del mar Mediterráneo. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se desplazará este viernes a Chipre, el país comunitario más cercano a la Franja (unos 370 kilómetros), para analizar el proyecto, ha indicado este miércoles su portavoz, Eric Mamer.
“Nuestros esfuerzos están orientados a asegurarnos de que podemos proveer ayuda a los palestinos […]. Todos esperamos que la apertura [de este corredor] pueda tener lugar muy pronto”, ha añadido. Un portavoz del Gobierno chipriota ha señalado a la agencia Reuters que Von der Leyen visitará “las infraestructuras relacionadas con algunas fases del plan” junto con el presidente del país, Níkos Christodoulídis. Ya el martes, el portavoz de la Casa Blanca para asuntos internacionales, John Kirby, aseguró que Washington está “explorando otras canales para introducir ayuda a Gaza, incluida la ruta marítima”. “Estamos mirando opciones tanto militares como comerciales para mover ayuda a través del mar”.
El comisario europeo de Gestión de Crisis y Ayuda Humanitaria, Janez Lenarcic, ha subrayado este miércoles en Jerusalén que las alternativas marítimas y aérea “no pueden reemplazar” la entrega de ayuda humanitaria por tierra, “que es el medio más eficiente”. Llevarla en barcos presenta, además, retos específicos, como la ausencia de un puerto en Gaza y de una estructura que garantice su recepción y distribución ordenada cuando llegue a la orilla, mientras que lanzarla con paracaídas “no es muy eficiente” y “nunca será suficiente para asegurar la cantidad de ayuda humanitaria que se necesita”, ha lamentado.
“Nuestros socios nos señalan constantemente la necesidad de asegurarnos de que la ayuda humanitaria se recibe y distribuye de manera adecuada. Las escenas que hemos podido ver, de multitudes de personas hambrientas corriendo hacia los paracaídas que llegan a tierra, no es la forma adecuada de manejar, recibir y distribuirla […]. Sería más fácil afrontar estos retos si hubiese más cruces terrestres disponibles y un alto el fuego”, ha señalado en una rueda de prensa en el marco de una visita a la región.
Lenarcic ha insistido en que la “solución al alcance de la mano” es la apertura por Israel de más cruces fronterizos terrestres, principalmente con el norte de Gaza, porque “la gente se está muriendo de hambre”. El comisario ha recordado que el número de camiones con ayuda que entra desde Egipto fue paradójicamente mayor en diciembre y enero, “antes de que el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya ordenase algunas medidas provisionales”. El tribunal exigió a finales de enero a Israel “medidas inmediatas y efectivas para asegurar la provisión de servicios básicos y ayuda humanitaria necesitados con urgencia”, al considerar verosímil que esté cometiendo un genocidio en Gaza.
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El plan marítimo ha cobrado un nuevo impulso a raíz de la muerte de más de un centenar de gazatíes la semana pasada, cuando perseguían un convoy de ayuda, una parte de ellos por disparos de soldados israelíes, que abrieron fuego contra civiles desarmados. Las imágenes de heridos, desesperación y alimentos manchados de sangre han aumentado la preocupación internacional por la crisis humanitaria ―causada principalmente por la decisión israelí de utilizar el hambre como arma de guerra―. Este suceso que conmocionó al mundo ha llevado a Estados Unidos a unirse al lanzamiento de alimentos desde el aire, una medida polémica porque las cantidades son menores y se considera el último recurso. Es algo que ya habían hecho Jordania, Francia o Emiratos Árabes Unidos. Toda entrada de ayuda a Gaza requiere la luz verde de Israel: tanto por tierra desde Egipto (que revisa antes los cargamentos y veta algunos suministros) como por aire o por mar, ya que controla ―ya desde antes de la guerra― los espacios aéreo y marítimo de Gaza.
Un nuevo intento fallido de entrega por tierra al norte de Gaza ha puesto de relieve la gravedad de la situación. Lo hizo este martes el Programa Mundial de Alimentos de la ONU, tres semanas después de anunciar la paralización de envíos porque dos convoyes consecutivos habían sido asaltados por una multitud y uno de los conductores, agredido, por lo que resultaban demasiados peligrosos.
La agencia de la ONU ha señalado que el convoy, formado por 14 camiones, fue obligado por el ejército israelí a dar media vuelta tras tres horas de espera en el puesto de control de Wadi Gaza, que marca la frontera entre la zona del norte de la que el ejército israelí desplazó a la fuerza a la mayoría de la población al inicio de la invasión. Los camiones fueron entonces redirigidos a otra zona y “más tarde detenidos por una gran multitud de personas desesperadas, que saquearon la comida, tomando en torno a 200 toneladas de los camiones”, ha precisado en un comunicado. Consultado por este periódico, el ejército israelí ha respondido que está investigando el incidente.
“Única opción”
El Programa Mundial de Alimentos ha insistido en que las rutas terrestres “son la única opción para transportar las grandes cantidades de comida necesaria para impedir una hambruna en el norte de Gaza”, donde “el hambre ha alcanzado niveles catastróficos, los niños mueren de enfermedades relacionadas con el hambre y padecen niveles graves de malnutrición”. La nota señala que los gazatíes saquearon unas 200 toneladas del convoy del martes. El mismo programa hizo llegar ese día ayuda por vía aérea, con la ayuda de la aviación militar jordana. No supera las seis toneladas.
La UE está analizando la posibilidad de sumarse indirectamente a las entregas desde el aire, a través del Mecanismo de Protección Civil, con el que Bruselas coordina la respuesta de los Estados miembros a crisis y catástrofes, ha señalado el portavoz de Gestión de Crisis, Balazs Ujvari. “Estamos estudiando esta posibilidad muy de cerca, con la traba de que la UE no tiene los medios para llevarlo a cabo y tendrá que realizarse a través de organizaciones en el terreno o de los Estados miembros”, ha precisado. La UE ya ha entregado ayuda a Gaza en 40 vuelos, principalmente a través de Egipto.
Este martes, otra agencia de la ONU, la Organización Mundial de la Salud, denunciaba que el deterioro del estado nutricional de la población de Gaza en los cuatro meses de guerra “no tiene precedentes a nivel mundial”: la tasa de desnutrición aguda —la que provoca una emaciación o adelgazamiento irreparable— en los menores ha pasado del 0,8% al 15,6%. Los peores registros se dan en el norte, donde quedan cientos de miles de personas. Israel mantiene concentrado el grueso de la labor de las organizaciones humanitarias en el sur de la Franja.
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