China: Xi Jinping reemplaza a los máximos responsables del arsenal nuclear chino | Internacional

China: Xi Jinping reemplaza a los máximos responsables del arsenal nuclear chino | Internacional

El presidente chino, Xi Jinping, ha iniciado una nueva campaña para reforzar la disciplina dentro del Partido Comunista. Una semana después de que el ministro de Asuntos Exteriores fuese relevado del cargo tras un mes alejado de los focos, y horas antes de que se celebrase el día de las Fuerzas Armadas, Xi nombró una nueva cúpula de la unidad encargada de controlar el arsenal nuclear de la potencia asiática. Algunos analistas hablan de la “mayor purga militar en una década”, ya que los reemplazos se han producido después de que el diario hongkonés South China Morning Post adelantase que el departamento anticorrupción de la Comisión Militar Central (CMC) estaba investigando al comandante de la Fuerza de Misiles, Li Yuchao, y a sus adjuntos, desaparecidos de la escena pública desde hace meses. El régimen asegura querer extirpar cualquier atisbo de corrupción en el ejército.

El lunes, la agencia estatal de noticias Xinhua comunicó que Wang Houbin sustituirá a Li como jefe de la Fuerza de Misiles y que Xu Xisheng será el nuevo comisario político de esa unidad del Ejército Popular de Liberación (EPL). Ninguno tiene experiencia previa en la fuerza responsable de los misiles balísticos nucleares y convencionales del país: Wang era subcomandante de la Marina desde 2020 y Xu, un militar de la Fuerza Aérea. Algunos analistas aseguran que el cambio podría estar destinado a romper alguna red de favores que se hubiese forjado con los líderes anteriores.

No es frecuente que Xi Jinping, también presidente de la CMC, sustituya al comandante de una fuerza de combate y a su jefe político de manera simultánea. Para encontrar el caso más reciente habría que remontarse a 2014, cuando se realizó un cambio similar en la Policía Armada Popular, después de que se detuviese a Zhou Yongkang, ministro de Seguridad Pública entre 2002 y 2007. Zhou, condenado a cadena perpetua, es el funcionario de más alto rango purgado durante la campaña contra la corrupción lanzada por el mandatario chino a su llegada al poder en 2012. La cruzada bajo la que han sido juzgados más de cinco millones de funcionarios de todos los niveles no solo ha servido para limpiar la reputación del Partido, sino también para eliminar a rivales políticos.

Por el momento, Pekín no ha comunicado que se esté llevando a cabo una investigación sobre Li Yuchao ni sobre sus subcomandantes Liu Guangbin y Zhang Zhenzhon, pero la fuente citada por el South China Morning Post asegura que llevan desaparecidos después de que, en marzo, Wei Fenghe finalizase su cargo como ministro de Defensa. Expertos avisan de que podría tratarse de la mayor purga a líderes militares desde hace una década, cuando Xu Caihou y Guo Boxiong, exvicepresidentes de la CMC, fueron procesados por corrupción.

El Financial Times recoge que la consultora Cercius, especializada en realizar un seguimiento de la élite política china, asegura que no está clara la situación de una decena de funcionarios y exfuncionarios de la Fuerza de Misiles. Dos altos diplomáticos extranjeros citados por este diario británico consideran que la decisión está relacionada con el conocimiento “bastante detallado” de la Fuerza de Misiles que tienen potencias extranjeras. “Se trata de una divulgación de secretos oficiales”, reveló uno de ellos.

Esta unidad del EPL se creó en 2015 como parte de una renovación de las Fuerzas Armadas y es un brazo particularmente importante dentro de las mismas. Cuando el pasado octubre Xi Jinping consolidó un tercer mandato como secretario general del Partido, prometió que Pekín construiría un “sistema sólido de disuasión estratégica”, lo que muchos analistas interpretaron como una referencia al aumento del arsenal nuclear. Tras casi seis décadas de desarrollo, la capacidad nuclear del gigante asiático se ha ampliado considerablemente, con la modernización de sus sistemas vectores aéreos, terrestres y marítimos.

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“La Fuerza de Misiles es esencial”, declaró el analista de defensa Li Jie al South China Morning Post. “Es responsable de garantizar la seguridad de todos los misiles nucleares estratégicos, así como de desplegar todas las cabezas nucleares en lugares específicos, siguiendo las instrucciones de la CMC”, severó Li. Juega un papel especialmente importante para aumentar la presión militar sobre Taiwán, la isla autogobernada democráticamente y que China considera una parte inalienable de su territorio. Pekín, aunque defiende la “reunificación pacífica”, no descarta el uso de la fuerza para conseguirlo.

La desaparición y destitución de Li y sus adjuntos se producen en medio de una serie de anuncios sobre nuevas medidas anticorrupción y un renovado impulso para garantizar la lealtad absoluta al Partido. El pasado miércoles, Xi instó a los líderes militares a “centrarse en resolver los problemas que persisten y en reforzar el liderazgo absoluto del Partido sobre los militares”, según recogió entonces la cadena de televisión estatal CCTV. No está claro si el interés renovado del presidente por acabar con la corrupción en el ejército se debe a un caso concreto o a un aumento de la preocupación sobre la lealtad política. Hace apenas una semana que se anunció la destitución de Qin Gang, el ministro de Exteriores nombrado a finales de diciembre y considerado hasta su destitución un protegido de Xi.

A principios de junio, la Comisión Central de Inspección Disciplinaria, el poderoso órgano de control interno del Partido, anunció que más de 39 cuadros militares y políticos de alto rango habían sido detenidos desde el XX Congreso del Partido (celebrado en octubre), pero no ha publicado los nombres, aquellos que se enfrentan a procesos judiciales.

Este martes se conmemora el 96⁰ aniversario de la fundación del EPL, y los medios estatales han publicado una serie de editoriales en los que exhortan a “reforzar la gobernanza militar”. “Las Fuerzas Armadas chinas están llamadas a continuar con la modernización y a completar las tareas encomendadas, en un momento de creciente inestabilidad e incertidumbre para la seguridad de China”, comienza un artículo publicado en el rotativo nacionalista Global Times.

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