Carlo Ancelotti apenas celebró el 1-0 de Brahim. Mientras su hijo Davide sacaba los puños detrás de él, el padre apenas se limitó a levantar los brazos y a pensar, seguramente, que ya era hora. La primera parte del Madrid fue una tarde en la feria. Hasta que el menudo atacante embocó antes del descanso, el equipo blanco hizo toda una exhibición de tiro al muñeco. 18 disparos (ocho a puerta) hasta que cayó el primer tanto en la jornada en la que alineó arriba a Brahim, Rodrygo y Joselu. Son los nuevos tiempos de una delantera merengue marcada por la austeridad inversora en esa línea.
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Arrizabalaga, Alaba (Lucas Vázquez, min. 40), Nacho, Rüdiger, Ferland Mendy (Fran Garcia, min. 76), Camavinga (Kroos, min. 76), Brahim Diaz (Dani Ceballos, min. 56), Aurelien Tchouameni, Federico Valverde, Rodrygo y Joselu (Vinicius Junior, min. 57)
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Álvaro Vallés, Saul Coco, Julian Araujo, Daley Sinkgraven (Sergi Cardona, min. 45), Curbelo, Munir, Cristian Herrera, O. Mfulu (Kirian Rodríguez, min. 45), Jonathan Viera (Máximo Perrone, min. 76), Javi Muñoz (Enzo Loiodice, min. 76) y Sory Kaba (Marvin Olawale Akinlabi Park, min. 57)
Goles 1-0 min. 47: Brahim Diaz. 2-0 min. 53: Joselu.
Árbitro José Luis Munuera Montero
Tarjetas amarillas Saul Coco (min. 78)
“El trabajo del entrenador se queda en crear ocasiones”, explicó Carlo Ancelotti, que se mostró más preocupado por la “falta de intensidad” y la “defensa en bloque demasiado bajo” de la segunda mitad. Son tiempos de dudas tras el paso por el Metropolitano y el italiano no quería bajadas de tensión. “El objetivo era salir y presionar fuerte. Puede que ahí los delanteros perdieran frescura en la finalización”, acertó a explicar.
Después de una jornada de poca luz arriba, al técnico de Reggiolo se le abrió también un frente de preocupación en la defensa. Se retiró lesionado Alaba por molestias en el aductor derecho que, de entrada, todo apunta a que lo eliminan para el sábado en Girona (hoy o mañana le harán pruebas); y Rüdiger acabó dolorido en el gemelo derecho, aunque Carletto dio por hecho que estaría listo en Montilivi. Una presencia urgente para el Madrid porque la caída de Alaba, unida a la de Militão, deja al Madrid con solo dos centrales puros: Nacho y el alemán.
Sin Bellingham
Tres días después del rapapolvo del derbi, el Madrid se dispuso a sobrevivir en ataque sin Jude Bellingham (autor hasta entonces de la mitad de los goles del equipo esta temporada; seis de 12) en una alineación donde todavía no estaba Vinicius (volvió en la segunda mitad tras un mes lesionado). Y lo que sucedió fue un carrusel de errores delante del portero. Rodrygo disparaba al centro, Joselu apuntaba al guardameta y a Brahim se le iba el último control. Durante 48 minutos de juego, nadie en el bando local encontraba el interruptor. Rodrygo tuvo dos claras; Joselu, cuatro; Brahim, una; Nacho, otra… Y eso que los fueras de juego evitaron que la contabilidad fuera todavía peor. Tuvo que mediar un rebote a tiro intento de Brahim para allanar el 1-0. “Rodrygo meterá cuando menos piense en el gol”, trató de consolar Ancelotti al brasileño, que acumula seis partidos enteros sin meter.
También Joselu celebró al principio con más rabia que alegría el 2-0. Una carrerita y cuatro puñetazos de rabia al césped por las que se le habían ido. Había necesitado siete intentos. A los dos minutos, Ancelotti lo quitó y le dio un abrazo. Eso sí, la estadística sin destilar le sigue dejando en buen lugar: de los seis partidos que ha disputado con el Madrid en el Bernabéu, ha marcado en cinco (solo no acertó ante el Unión Berlín). Al final, después de tantos desatinos, no hizo falta Bellingham.
Así resolvió el Madrid tras un partido que empezó mandando sin parar balones largos. “Un pase directo es la mejor opción porque, con un envío, puedes tener un mano a mano con el portero. No soy un súperfan de la posesión, soy un súperfan de los goles”, proclamó el italiano.
No hubo esta vez noticias de la debilidad del Madrid a la hora de defender los centros laterales. Ancelotti cambió los dos flancos (Nacho y Mendy, en lugar de Lucas Vázquez y Fran García), pero Las Palmas demostró la razón por la que había tardado 540 minutos en meter su primer gol en jugada (el domingo pasado ante el Granada). Tampoco hubo rastro de Kroos y Modric en el once después del ruido del derbi. El alemán compareció en el tramo final. Las siguientes citas importantes de octubre definirán si el rapapolvo del Metropolitano ha alterado algo el estatus de ambos.
Por otro lado, el Madrid invitó a la niña que fue acosada por radicales del Atlético el domingo en el Metropolitano por vestir una camiseta de Vinicius.
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